El RSPG recomendó entregar hasta 700 MHz del rango de 6 GHz a los servicios móviles,en una decisión que favorece al 5G y allana el camino hacia 6G.

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Europa dio un paso decisivo en la disputa por la banda de 6 GHz. El Grupo de Política del Espectro (RSPG),órgano asesor de la Comisión Europea,recomendó destinar hasta 700 MHz de esta banda a servicios móviles,una decisión que representa una victoria para las tecnologías móviles 5G y 6G frente al ecosistema WiFi.
El RSPG propone que 540 MHz,en el rango de 6,585 a 7,125 GHz,sean priorizados para redes móviles bajo licencia. El bloque restante,alrededor de 160 MHz,se mantendría “congelado” hasta la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2027 (CMR-27),donde se definirá su uso definitivo.
De momento,el dictamen del RSPG no es público pero la información fue confirmada por la industria móvil y la inalámbrica por medio de sus posicionamientos respecto a la decisión.
Para la industria móvil,esta recomendación permitía asegurar disponibilidad de un espectro clave para el desarrollo de servicios móviles frente a la creciente demanda.
La GSMA celebró que se abra la puerta a reservar entre 665 y 700 MHz para los operadores móviles,un margen que considera esencial para el despliegue inicial del 6G y para fortalecer las capacidades de la tecnología 5G avanzada.
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Durante los últimos años,los operadores europeos han presionado para obtener acceso exclusivo al segmento superior de la banda de 6 GHz (6,425–7,125 GHz). La industria asegura que la demanda de tráfico móvil continúa creciendo de forma acelerada y que,sin nuevos recursos de espectro,las redes corren riesgo de saturarse.
En informes recientes,la GSMA advierte que esto permitirá contar con el mínimo de 200 MHz por operador necesario para el lanzamiento de la tecnología 6G (que operará en canales de 200 a 400 MHz). Esto sólo podría lograrse si Europa destina la mayor parte posible de esta banda a servicios licenciados.
Un escenario que combine espectro compartido con WiFi,señaló la organización,sería insuficiente para sostener la competitividad de la región frente a potencias como Estados Unidos o Corea del Sur.
Sin embargo,la recomendación del RSPG no ha sido bien recibida por el ecosistema WiFi. La Wi-Fi Alliance y otros actores del espectro sin licencia advirtieron que una inclinación tan marcada hacia los operadores móviles contradice la filosofía de uso equilibrado y eficiente que se esperaba del proceso europeo.
Además,consideraron que limitar de manera drástica el acceso al segmento superior de 6 GHz podría frenar la evolución de tecnologías como WiFi 7,que prometen mayor capacidad para aplicaciones domésticas,empresariales e industriales.
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“Denegar el acceso a la banda superior de 6 GHz limitará la tecnología misma que conecta a la mayoría de los europeos a Internet y proporciona la base de conectividad para la economía de la región”,alertó Kevin Robinson,presidente y director ejecutivo de Wi-Fi Alliance.
Más allá de la disputa técnica,la GSMA planteó que esta asignación es un asunto estratégico para la soberanía digital europea. Asegurar un bloque amplio y contiguo para 6 GHz permitiría,según la asociación,impulsar redes más resilientes, mejorar la eficiencia energética de las telecomunicaciones y reforzar el liderazgo de Europa en la próxima ola de innovación móvil.
El proceso regulatorio todavía no está cerrado. La opinión del RSPG deberá ser formalizada y enviada a la Conferencia Europea de Administraciones de Correos y Telecomunicaciones (CEPT),que definirá las condiciones técnicas para la implementación en los 46 países europeos que lo integran.
Además,la CMR-27 será determinante para el destino de los 160 MHz todavía en disputa,especialmente ante las presiones tanto de la industria móvil como de la industria inalámbrica por asegurar más espectro.